domingo, 28 de abril de 2013


EL FUTURO INMEDIATO.
DESDE LA HUMANIDAD E INHUMANIDAD DEL SIGLO XX

Magnífico discurso del filósofo y teólogo Agustín Andreu, pronunciado el 25 de abril de 2013 en el Paraninfo de la Universidad de Valencia. Denso y profundo análisis de los filósofos del siglo XX (sin perder de vista a los filósofos de la Antigüedad, incluyendo entre ellos a los profetas de la Biblia).
Breve resumen
* Esta intervención se podría titular también “la crisis del pensamiento crítico en sus formas idealista y empirista y la búsqueda de una razón favorable a la vida, una razón vital”.

* Fue Dilthey (1833-1912) el primero que descubrió y describió la profundidad de la crisis de civilización en que nos encontramos. Mientras un inmenso potencial físico-técnico esté en manos de un ser humano subdesarrollado como tal, el futuro será catastrófico. Desde una idea corta del conocimiento propio de sí mismo, el hombre estaría manejando torpemente su arsenal de instrumentos de cultura y poder. La civilización llamada occidental dejará de ser viable y descarrilará dramáticamente. A ese infierno (que no paraíso) nos conducirá la locura de la razón técnica y su poderío destructor.

* Dilthey, en plena era positivista y empírica o materialista explicaba el desorden de la historia, sangriento e irracional como un fallo técnico, no moral. Una cuestión de torpeza. Por supuesto, el fallo técnico tenía consecuencias morales, más aún explicaba mejor la inmensa proliferación de inmoralidades en nuestra civilización, pues que daba facilidades tanto para disculparlas como para darlas por inevitables. Señalaba la deficiente concepción de lo que es la vida humana, como fuente y ocasión de los inmensos e inminentes riesgos de la misma. La habituación y consagración de medidas y leyes que producen inmensas desgracias, obran incluso como meritorias y técnica y socialmente irreprochables, incluso con buena conciencia durante largas etapas y aun siglos.
* Aristóteles ya había intuido que un desarrollo de las potencialidades físico-técnicas de un sujeto racional, junto a una idea raquítica de la vida humana, daría de sí un mundo catastrófico.

* Sócrates abundó sobre lo mismo: bien está saber lo que las cosas son y cómo son por dentro, pero que hay que centrarse en el que las hace, a ver si sabe lo que hace y por qué lo hace. Hay que preguntarse por lo que pasa en la cabeza del hombre y luego en lo que hacen sus manos.

* Estos tirones que da el hombre, desde lo físico, matemático y geométrico, desde lo abstracto de su trabajo y sus logros, hacia lo humano y espiritual son normales en la historia. Algo le avisa de que no se ha de olvidar del complejo de su naturaleza propia.
* Dilthey se sintió dominado por esa intuición empírica, fruto de la observación y de la lectura de la historia (no deducida metafísicamente ni religiosamente supuesta). Y se propuso evitar desastres humanos como los vistos y sufridos en el mismo siglo XIX (las guerras napoleónicas y sus antecedentes y secuelas económicas y sociales). Sólo mediante la descripción empírica de lo humano podemos alcanzar el saber de lo que puede dar de sí el hombre que, en virtud de su misma constitución esencial, se ha de inventar la vida, su propia vida. Y este no está siendo el camino.
* A la vista del siglo XX ya avanzado, dirá Ortega que el hombre es un sujeto “irracionalmente racional”, y se lo repetirá en la cara a los europeos de la elite intelectual.
* No cabe extrañarse pues de que tres hombres jóvenes de comienzos del XX, Jaspers, Ortega y Heidegger, advirtieran que el futuro tenía que hacerse cargo del hombre, de la vida humana. Que no había tarea más urgente pero tampoco más propia de la filosofía que ver qué era eso de una vida pensada y pensante y qué catástrofes podía originarle al hombre un pensar deficiente metódica y sistemáticamente.

* Ortega advirtió desde sus primeras obras: Se nos viene encima, a trancas y barrancas, una nueva civilización por la fuerza misma del desarrollo tecnológico y necesitamos otro modo de pensar la vida y por tanto de vivirla.
* La filosofía vuelve en Dilthey a sentir y ver el enigma o misterio de la vida. Ninguno ha tenido tiempo para dedicarse a averiguar ese enigma que, sea lo que sea, es, según Pitágoras, “difícil de intuir”.

* Hoy, “envueltos en el rápido progreso de las ciencias, nos encontramos más perplejos que en cualquier época anterior, ante el gran enigma del origen de las cosas, del valor de nuestra existencia, del último valor de nuestro hacer”. Y “precisamente nuestra visión de conjunto sobre la tierra muestra la relatividad de las respuestas al enigma universal más claramente que lo vio ningún período anterior”. Y ello puede relacionarse con el salto a otro nivel de conciencia propio de un nuevo tiempo-eje, es decir acorde con su correlativa visión y sentir más profundo del valor y misterio de la existencia y la vida, en lo que Jaspers y Heidegger coinciden.
* Ortega y Heidegger, expresamente, se refieren a Leibniz y su metafísica como al punto en que se produce el giro de la modernidad cuyos frutos esperan ellos no sin cierto optimismo sean recogidos en estos tiempos que corren.

* Por primera vez con la inmanentización y extinción de la trascendencia y de la actitud profunda de creencia se ha extinguido la transparencia de las cosas. Lo que queda es un entusiasmo prometeico por la técnica, por aprender manipulaciones que ahora llamamos ingenierías (ingeniería financiera, ingeniería política…) con una desvergüenza que confiesa no sólo el indiferentismo de los valores sino la subordinación de la teoría a fines muy móviles, deprimentes, y no pocas veces y ocultados.
* Jaspers hace una gran aportación para situar la humanidad del siglo XX: la categoría tiempo-eje.

* El tiempo-eje en la historia universal de la humanidad, donde ha surgido la fuerza fecunda más potente de transformación y configuración del ser humano, hay que situarlo en torno al 500 a. C., y abarca los dos siglos anteriores y posteriores a esa fecha. Ahí se -sitúa el origen del hombre que vivimos hasta hoy. En ese “momento” -como dice Dilthey- coincide y se concentra en China la obra de Confucio y Lao-Tse. Con esa experiencia de fondo, coincide la experiencia india de Buda y el “modo de pensar” y ser los Upanishades. Coincide ese tiempo también con la aparición de los profetas de Israel y su reflexión teológico-filosófica sobre el destino de Israel y de los demás pueblos del mundo. Se hace presente Zaratustra en Persia. Y en fin, la filosofía griega: Homero, Parménides y Heráclito, los presocráticos y Jenófanes y Anaximandro… Platón y Aristóteles.
* Ortega, con más visible impaciencia que Jaspers, dice desde sus primeros escritos que la razón no le funciona al hombre porque sus aplicaciones físicas, químicas, matemáticas, etc. no sirven para aplicadas a la vida humana individual ni a la vida social y política. El hombre y la sociedad han sido víctimas de su propia torpeza en el concebir y ejecutar la razón y por ende la vida humana. Necesitamos otra manera de pensar y de ver que nos dé un fondo de creencias favorables a la vida concreta de los individuos y los grupos donde la vida en inmediatez se organiza, toma la forma y figura de un organismo viviente. Y ha intentado fundamentar una razón vital e histórica.

* Cuanto se piensa para el hombre, se ha de pensar empíricamente para individuos concretos e históricos. Si se ordena el mundo como si los individuos fuesen espiritualidades materializadas o sensibilizadas per accidens se las concibe y obliga a vivir en un mundo falso. De ahí resulta que la vida en la civilización occidental es una vida contra naturam que ha llegado a considerarse como natural. El orden resultante es este conjunto de ingenierías técnicas trasladadas al plano llamado humano para funcionar como ingenierías jurídicas, financieras, políticas, pedagógicas… al servicio de los apetitos insaciables. Nuestro ser natural o vida humana, es sensible y no perteneciente al mundo de las ideas. Tomado el mundo como una dictadura de conocimientos abstractos y con una razón abstracta, se vive contra la vida, la cual siempre es concreta.

* No se ha meditado bastante sobre el deficiente y aun contradictorio régimen lógico con que nuestra civilización ha albergado y conducido al hombre. El diagnóstico orteguiano es de una clarividencia extraordinaria: El hombre no es un ángel caído ni una idea embarrada ni una chispa pitagórica olvidada de su origen. Además, no se ha ponderado suficientemente el disparate de que este modo insuficiente de pensar abstracto y desligado de la sensibilidad ha sido adoptado por el cristianismo el cual ha repensado todos los contenidos de la vida desde este inmenso prejuicio de la lógica abstracta.

* El conocimiento se separó de la vida porque fue fácilmente raptado por la teología y la religión para servir a la otra vida, la que viene, la supuesta vida más verdadera que ésta. Este rapto duró mil años, los mil años de teología escolástica, fundamentalmente platonizante.

* La teología, en nuestra civilización, ha arrastrado a la filosofía y ha sido arrastrada o servida por ella. El tema es indispensable para entender la vida y sus modos en el momento de centrarse directamente en una razón vital.

* Hay interferencias teológicas que descentraron y descentran el pensar filosófico-metafísico. Y algunas, de extremada gravedad, dado el lugar que la razón religiosa ocupa en la vida. Es el caso de la doctrina paulina (sobre la mujer, la idea de Dios, la división de la vida entre acá y el más allá, etc)

* Todas estas creencias seculares no sólo permearon el alma popular sino que condicionaron leyes y pedagogías desde su poder nativo y tradicional de imposición o de persuasión. El hecho es que sólo un proceso secular que ha incluido luchas sociales dramáticas ha podido ir limando el alma y dejando que alumbrara mejores sentimientos.

* Ortega habló con  toda la claridad posible de un cambio de civilización: “Lo que he querido decir al indicar que nuestra civilización, la civilización europea, había muerto, era simplemente que esos principios habían llegado a una situación en la que se veía que no eran suficientes. Siempre es asunto del filósofo intentar ver si los principios lo son verdaderamente… Y cuando he dicho que esos principios han caducado, he dicho algo muy concreto… Estos principios se han revelado falsos… Otros comienzan a estar ya aquí, en perfecta continuidad con los otros principios. Por tanto, está llegando esta nueva civilización europea que continúa la antigua.”

* Jaspers, Ortega y Heidegger están de acuerdo en que a lo mejor se ha acabado lo que se ha entendido por filosofía y que nos ha servido para manejar la naturaleza y sus técnicas. Y que lo que servirá para conducir la vida e historia humanas por caminos menos dramáticos y homicidas habrá de ser otra cosa que podrá llamarse ciencias del espíritu, o ciencias de la cultura, o sencillamente Humanidades; pero que no será esa razón abstracta o extracta que sirve para fabricar cosas.

* El hombre ha vivido siempre, y vive, en permanente estado de crisis. La crisis consiste en que por razones internas o externas se le rompe al individuo o se les rompe a los grupos el habitáculo o refugio o rincón cultural.

* Lo natural del hombre es la crisis; es un resultado de su naturaleza vital, de su vida espiritual. De suerte que no hay ningún hecho empírico que no tenga antecedentes y consecuencias y pueda ser entendido fuera de la serie y fuera de su circunstancia, Hace un pequeño invento, y altera su mundo más de lo esperado y aun deseado, (el algodón que permite conservar fácilmente el calor del cuerpo en ambientes fríos; la máquina de vapor, la vela, la penicilina, la píldora de antes o de después…). Mas, hay un momento que no sólo por acumulación sino por la profundidad del sentir, se alteran las relaciones en que consiste cada sujeto. De ahí la importancia de saberlas vivir que presupone saberlas diagnosticar, encontrar la causa verdadera, y quererla reconocer con todas sus consecuencias, sin engañarse ni engañar. Y reconocerlas como el medio propiamente humano.

* Desde el origen de las grandes civilizaciones (China, India, Grecia/Palestina) el hombre tiene la impresión y convicción empíricamente ratificada, de que esto del mundo y la vida no está acabado; de que está por hacer y además lleno de nudos. Lao-Tse, los Upanishdas, los profetas de Israel y la filosofía griega coinciden en que el universo y el hombre son un conflicto y una dificultad tanto como una evidencia de que estamos aquí sin haberlo predeterminado ni querido.

 * Jaspers dice: La crisis del hombre moderno, alzado a una carrera y progreso de la ciencia ya imparable es tal que hace falta una conciencia existencial universal por su hondura y amplitud. ¿Señalarán el nuevo nivel y las nuevas referencias esta vez magos, mitólogos, profetas, sofistas o  místicos, poetas y filósofos?

 * Heidegger y Ortega señalan que en Leibniz se dio un giro del filosofar, no proseguido luego, consistente en advertir que a la razón hay que enseñarle a trabajar para la vida y a gozar de la vida y que su método ha  de ser un Methodus Vitae, que la razón ha de ser una razón vital.

 * La obra de Ortega contiene un repaso a la historia de la filosofía occidental desde los presocráticos hasta el positivismo del XIX; y muestra que la filosofía (si la filosofía no se ha acabado) ha de ser el estudio del hombre y su nuevo modo de afrontar el Universo de la vida espiritual o personal. El hombre, ser de reflexión y de vivir consciente, capaz de meter a la historia una marcha de motor de explosión.

* Si recogemos los textos en que Ortega habla de la desesperación a que ha llegado la filosofía (viendo vivir a las gentes bajo la cobertura de constituciones y leyes o reglamentos y usos forjados por el pensar filosófico de los últimos veinticinco siglos), se les puede resumir diciendo “aquí no se puede vivir”.

 * Ortega en1940, presenciando la explosión de irracionalidad que acababa de producirse, había dicho: Hay que construir una razón vital. La realidad humana, su esencia propia, no puede ser pensada ni entendida con la lógica con que se piensa las realidades físicas. Se ha de fundar la filosofía en la nueva idea de la vida, en la gran idea de la vida que, quiérase o no, será aquella sobre la cual va a vivir en la próxima etapa la humanidad”. Y en 1945 señala: Creo que en este momento no hay en el mundo una persona que se sienta feliz. “Los gigantescos y terribles acontecimientos en medio de los cuales estamos…, esos tremendos hechos que son hoy el fondo inexorable de nuestras vidas… significan que es ya ineludible la tarea humana de reformar radicalmente la organización de la existencia humana en todas sus dimensiones”. El conocimiento no se da fuera de la vida de los individuos, no es una realidad independiente que se escapa y se va por ahí al servicio de cualquier cosa por sublime que sea y quiera ser vista por encima de las vidas de las que y por las que el conocimiento reflexivo se produce. El conocimiento es una función al servicio de la vida. Brota de la vida, es vida y sostiene a la vida. Hace más dos mil quinientos años Aristóteles ya previno de que “el acto del conocimiento es vida” y no hay más vida que el conocer verdadero.

 * La literatura religiosa del cristianismo repite desde hace dos mil años que “en la vida está desde el principio la luz de los hombres”, es decir, que la luz o conocimiento que puede iluminar el camino de los hombres es una luz, un modo de pensar, que viene de la vida y que esa luz que viene de la vida es la verdadera luz o conocimiento  (Juan, 1-14).

 * ¿Qué hacer pues en el futuro inmediato que no es el mañana sino el hoy mismo?
La necesidad de una razón nueva, no abstracta y cósica que convierte los fenómenos humanos parciales (p. e. el dinero) en una realidad en sí misma, con sus propias leyes, parciales, unidimensionales, clasistas, partidistas, desconoce la ley fundamental del ser. El ser y la vida es una relación pluralísima y la ley que de ella brota es la ley de vida, la razón vital. No se trata de una retórica de la razón vital. Se trata de que la vida da de sí un modo apropiado de verse, en el que el individuo particular e irrepetible no se sacrifica a la razón abstracta.
* Heidegger lo decía de otra manera: El hombre no es todavía hombre, no es lo que tiene que ser. El hombre va por un desierto con algún oasis o por un bosque con claros, pero en realidad se encuentra en pleno caos. El hombre no ha entendido el laberinto de la libertad y su obvia sucesión de horizontes en continuidad profunda. Heidegger no lo decía desesperanzadamente, y recordaba, en cita de Sófocles, que el equilibrio sensato se encuentra por doquier en el universo”, y que no “van a ser los hombres los únicos que en el Universo no encuentren la sôfrosyne, la sensatez” Será difícil encontrarla, pero tal vez buscarla sea el destino del hombre y el sentido de la vida.

* Se trata de un verdadero Methodus Vitae accesible a cada individuo. Por eso Leibniz  trabajaba en una recopilación o biblioteca universal de todo el saber disperso y perdido que ha dado de sí espontáneamente la experiencia de la vida del hombre, para que el hombre echara mano de ellos en situación, en circunstancia, y cada individuo supiera conducirse por su camino.
* Hay un momento en las circunstancias de decadencia o de crisis de crecimiento en que el individuo se siente cercado de ruinas, se siente desprotegido y desconfiado. La razón vital le ha de decir en ese momento que su deseo de cambio y su fe en la posibilidad de cambio reposa en él mismo. Es el momento de la Memoria y resistencia que dice Alfons Cervera. Saber decir todas las veces que sea necesario cada día  “No, no, y a la tercera un pacífico pero resistente: No me da la gana”.

* Es la hora del “no” pacífico pero firme. De la repetición del “no” hasta en la forma cansada pero justa del punto final: Es que no me da la gana, no quiero perder tiempo razonándolo, me da ya asco histórico. El “no” repetido tendrá una fuerza imparable.

* Venimos de una edad moderna que ha probado muchas formas de acción directa y rápida saliendo de la rotación antigua monarquía/oligarquía/democracia/anarquía y vuelta a empezar. Hemos probado revoluciones como la inglesa y la francesa, puritana fervorosa la una y laica radical la otra, violentas entrambas. Hemos probado revoluciones dictatoriales triunfantes con tiempo por delante para establecer su forma de justicia e igualdad. Hemos probado regímenes institucionales liberales, socialdemócratas… Hemos probado estados de fervor y emoción sinceros y de fervor y emoción preceptivos… No estamos convencidos de haber encontrado mediante una acción directa revolucionaria ni mediante una acción política una administración que no acabe dando muestras de inhumanidad tanto más detestable cuanto más envuelta en la retórica política convencional, de la que estamos rodeados con ejemplares cotidianos de circo si no fueran detestables.

* No creemos en la política y sus formas posibles. Tenemos que pensar y estar ineludible e incansablemente al servicio de la vida humana personal universal.

 * “Esta Tierra llegará algún día a ser el lugar de una vida elevada y libre, y ningún poder represivo podrá oponerse a ello”, exclamó el viejo Dilthey después de observar la aurora de las primeras grandes civilizaciones y su desarrollo, y de constatar los síntomas de que un nuevo tiempo-eje está ya en cocción, según dirá su seguidor Jaspers. Sabía por un método empírico que el sujeto de inteligencia imaginativa y libre que es el hombre, lo lleva incansablemente a construirse un lugar de dignidad para vivir en esta tierra.

 * Mientras tanto es el individuo quien ha de poner su proa cotidiana en la dirección leibnizana de “lo mejor posible” para todos los hombres.

 

Compendio personal de dicha conferencia

* La crisis caótica actual tiene una lectura filosófica. Sólo los filósofos pueden ayudar a comprenderla y, quizá, a dar a luz una nueva civilización. Cada civilización es una manera de estar, pensar y entender la vida. Los valores establecidos no son naturales sino creaciones humanas con fecha de caducidad. Esta idea subraya el valor de la cultura frente a la naturaleza.
* Importancia de la vuelta a las Humanidades. Desde el siglo XVI hasta hoy, pesa sobre la civilización occidental una Teología que confunde actitudes reaccionarias con supuestas verdades reveladas. Ya entonces se busca la racionalidad como principio rector, robándole protagonismo a la fe. Los humanistas con Erasmo a la cabeza antepondrán a la “fides cercior rationem” la “ratio cercior fidem”. Las Humanidades servirán para conducir la vida y la historia humana por caminos menos dramáticos y homicidas.

* En nuestra época la racionalidad debe constituir el sesgo íntimo e ineludible de la vida. Pero ¿de qué razón estamos hablando? Hay distintas clases de razón. Desde la razón abstracta (modo insuficiente de pensar, desligado de la corporeidad, que lleva a la dictadura de conocimientos abstractos y, en caso extremo, a la locura de la razón técnica y su poderío destructor), hasta la razón vital.

* El hombre, medida de todas las cosas, no es un ángel caído ni una idea embarrada ni una chispa pitagórica. El hombre es un ser de libertad imaginativa. Sólo desde la razón vital puede crear una antropología y un mundo a su medida.
* La razón vital debe trabajar para la vida, para gozar de la vida (nos scholae discimus sed vitae). No se puede sacrificar el individuo a la razón abstracta y menos a la racionalidad irracional que se cobra vidas humanas (guerras).

* La sensatez como destino del hombre y sentido de la vida. La ciencia, como ámbito de la vivencia y creación, no ha sido capaz de ayudar a encontrarla.
* En las turbulentas y oscuras circunstancias actuales, sólo la razón vital hará que el hombre pueda comprenderlas y que tome conciencia de que el cambio (posible creación de nuevos valores, nuevo cielo y nueva tierra) reposa en él, en su razón vital.

* Frente a la inhumanidad, tanto más detestable cuanto las instituciones se envuelven en la retórica convencional, es la hora del “no” pacífico; del “basta ya

sábado, 27 de abril de 2013


MARIANO RAJOY
Y SU PAYASO CARLOS FLORIANO
 Bajo titular tan insinuante, resumo 3 artículos que harían reír sino estuviésemos al borde del abismo. Los he leído El País (26 y 27 abril 2013)
Rajoy cumple  (Manuel Rivas)
Después de año y medio en el poder, existe la falsa idea establecida de que este Gobierno solo es competente a la hora de incumplir… Se le acusa de mentir, incluso en las sagradas cifras del déficit. La sensación extendida es la de que cuando no calla, miente. Pero todavía son más temibles sus silencios. En la España de hoy, este silencio anticipa el amotinamiento del Gobierno contra el pueblo… Este Gobierno incumplidor está cumpliendo. Cumple con una jerarquía religiosa estancada en fray Vélez, cumple con una caverna instalada en Donoso Cortés, cumple con los ricos amnistiados… cumple legalizando las construcciones ilegales de la costa… Y ahí estamos, cumpliendo.
Edipo en la Moncloa  (Fernando Vallespín)
“No quiero subir impuestos, pero no lo descarto. Puede que sea esto o lo otro ya se verá. Haré lo que haya que hacer”. Con esto nuestro Presidente del Gobierno… se presente así mismo como inútil, superfluo. Las causas del sufrimiento que inflinge a sus ciudadanos las presenta como si fueran el producto de la maldad de los dioses, de un destino ciego o de los funestos designios de otros… La Moncloa se parece cada vez más  al palacio de Edipo Rey, en ella sus pobres inquilinos se esfuerzan en descifrar los enigmas encerrados en las maquinaciones de la Troyka… Aunque, bien pensado, los personajes trágicos somos los ciudadanos… Dan ganas de decirle eso que un sacerdote exige a Edipo: “¡Vamos, tú, el más destacado de los mortales, levanta la ciudad!”. Palabras vanas al líder más esquivo… Sí, pobres ciudadanos, huérfanos de todo proyecto, sujetos a lo que a todas luces parece pura improvisación… Entendemos que la política es contingencia… pero también es acción… ¿Para cuando una auténtica reforma del Estado, de sus multiplicidades y laberínticas superposiciones de órganos? ¿A qué espera para convertirse en un líder activo y respetado en Europa? ¿Qué ha pensado para resolver la ya insoportable crisis institucional? Nada, silencio.
 Obscenidad  (Carlos Boyero)
… si aparece un despiadado payaso, un humorista mordaz o un militante del dadaísmo declarando: “Que no nos ciegue ese mal dato para comprobar cómo la política económica está dando buenos resultados a nivel macroeconómico”, la reacción inmediata del público será una explosión de risa y celebrar el enloquecido ingenio del que alivia la tragedia utilizando el sarcasmo. Pero está claro que en el carnet de identidad de Carlos Floriano no figura que su profesión sea la de payaso, bufón o cómico. Es el número tres del partido que gobierna, ajusta, recorta, privatiza, decide los grados de asfixia y acorralamiento que pueden imponerse a la plebe antes que su desesperación estalle… El tal Floriano no tendrá que rendir cuentas ante nadie por su barbaridad, por agredir de forma tan cruel al sentido común, por su convencimiento de que sus oyentes son idiotas.

viernes, 26 de abril de 2013


ARTURO GONZÁLEZ, UN INDIGNADO FURIOSO

(Resumen del escrito publicado en su blog. “Puntadas sin hilo”)

Resulta inexplicable que con seis millones doscientos mil parados no haya una revolución social. Claro que ¿con una revolución social dejaría de haberlos? Probablemente no, en sus primeros tiempos, pero al menos estaríamos en una nueva vía de intentarlo. Porque tener que continuar soportando las explicaciones y disculpas de… miembros embaucadores del Gobierno es inaceptable...

Es necesario emprender una política económica totalmente distinta de la de los recortes. Hay que producir, hay que invertir, hay que trabajar, y si no tienen dinero que lo busquen, que lo detraigan de otras partidas, de la deuda, de los bancos engolfados. Lo que no puede ser es continuar tirando de la teta de las prestaciones sin más por mucho que se restrinjan. ¿Qué pasará cuando la teta se haya secado? ¿Será entonces el momento de la revolución, en ese caso posiblemente sangrienta?

La incapacidad e insolvencia del Gobierno son evidentes. Están cometiendo un crimen de lesa humanidad… ni el PP ni el PSOE o no saben o no quieren acordar. Al igual que los sindicatos, cuya actuación está resultando ridícula, una vergüenza nacional, al renunciar a la lucha, cuando su única misión histórica es luchar contra el paro.

Déjenlo, márchense… Permitan que los ciudadanos se organicen y lo intenten. Algo pasa, algo hierve, algo se fragua. Ríndanse antes de que sea demasiado tarde… Es el Gobierno el que día a día dispara la ametralladora del BOE contra los ciudadanos. Y llevan 6.202.700 heridos con las balas del paro…

jueves, 25 de abril de 2013


A propósito de la tan cacareada “austeridad”

 Del artículo “Breve historia de la austeridad” (El País, jueves 25 abril 2013) del siempre interesante Josep Ramoneda, copio algunos fragmentos del texto.

 La austeridad es una palabra con aura de virtud… También es una palabra asociada al sufrimiento…

Las políticas de austeridad llegan siempre después de períodos en que, desde los mismos lugares en que ahora se apela al rigor y a la virtud, se ha estado invitando al consumo sin límites…

El ciudadano cuyo dinero era objeto permanente del deseo de los bancos y del comercio, de pronto se sintió acusado de irresponsabilidad y despilfarrador, condenado a pagar por sus excesos…

En el colmo del discurso de la culpa, aparece el argumento de la herencia: nosotros hemos vivido por encima de nuestras posibilidades…

Poco a poco, la ciudadanía va recuperando la voz, a medida que las políticas de austeridad van sembrando el paisaje de injusticias fragantes…

La razón despierta y cada vez son más los que advierten que el camino conduce a ninguna parte…

Mariano Rajoy prepara el terreno para que los ciudadanos acepten un nuevo envite de recortes y sacrificios, con uno de estos ejercicios de ambigüedad calculada con los que tan a menudo los que gobiernan expresan su desdén para con los ciudadanos…

Todo ello en un país exhausto en lo económico y en lo político… y que tiene paralizada la ineludible reforma política con la coartada de que la prioridad está en la economía.

Nunca un país ha hecho grandes cambios en tiempos de bonanza. Es cuando las cosas no funcionan cuando se entiende la necesidad de modificarlas…

Es lo que la ciudadanía está empezando a exigir. Y exigirá cada vez más, ante el clima de asfixia de un país estancado, vapuleado por la austeridad.

El Papa Francisco: "No se puede creer en Jesús sin la Iglesia"

"Encontrar a Jesús fuera de la Iglesia no es posible. Es absurdo amar a Jesús sin la Iglesia"
"Encontrar a Jesús fuera de la Iglesia no es posible. El gran Pablo VI decía que es una dicotomía absurda querer vivir con Jesús sin la Iglesia, seguir a Jesús fuera de la Iglesia, amar a Jesús sin la Iglesia".

Me han chocado desfavorablemente estas palabras del papa Francisco. Me han recordado a las de Benedicto XVI en su desafortunado Dominus Jesus y aquel aforismo teológico, no menos infausto, de que “Extra Ecclesiam, nulla salus”.

 Me parece que hay que levantar la voz y, frente este afán de secuestrar a Jesús, de monopolizarlo, declarar que Jesús es patrimonio de la Humanidad.

 ¿Quién y en nombre de qué derecho puede monopolizar la figura de Jesús y su mensaje, excluyendo a los demás? No dijo Jesús a sus discípulos celosos y excluyentes: “quien no está contra mí, conmigo está”?

Leyendo los Evangelios, nadie puede afirmar categóricamente que Jesús fundase una iglesia y menos la Iglesia Católica que conocemos. Estamos tan acostumbrado a ella que ni cuenta nos damos de la aberración que su ponen sus lujos, ceremonias principescas, las soberbias catedrales (levantadas no por la fe de los fieles sino por la soberbia de los obispos, con la desvergonzada pretensión de que todo el mundo supiera cuán poderosos eran). Tan habituados, que ni cuenta nos damos de la contradicción que existe entre Iglesia y Evangelio.

 ¿Cómo iba a fundar una Iglesia quien pasó su vida fustigando a los Sumos Sacerdotes y su Templo, del que dijo que no quedaría piedra sobre piedra? ¿Cómo iba a fundar una Iglesia quien le dijo a la samaritana: “viene la hora cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre... Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad”? Jesús predicó el amor y la compasión, pasó su vida haciendo el bien, tomó partido por los pobres y desheredados, invitó a quien quisiera seguirle a hacer lo mismo… Lo suyo fue un movimiento, no una religión burocratizada, una más.

Fue en el 325, a raíz del concilio de Nicea que diviniza a Jesús, cuando el cristianismo se organiza como religión y los obispos se convierten en sus funcionarios. Fue en el concilio de Nicea, si no fue mucho antes (ya desde los tiempos de san Pablo), cuando nace una Iglesia que poco tendrá que ver con el Evangelio.

Finalizo mi comentario, citando una vez más la frase de A. Loisy, que, como slogan, ha sido repetida hasta la saciedad: “Jesús predicó el reino, y vino la Iglesia” .

 

miércoles, 24 de abril de 2013


CANONIZACIÓN DE JUAN PABLO II

Según he leído, el Vaticano se propone canonizar al papa Juan Pablo II el próximo mes de octubre.
La canonización del papa Wojtyla no sólo está tremendamente politizada, sino que su hagiografía (que no escrupulosa biografía) presenta sombras perturbadoras. Las virtudes que se le atribuyen están bien lejos de alcanzar el grado de heroicidad, y menos aún de ser calificadas de evangélicas. Con esta “santificación”, el Vaticano y los movimientos ultraconservadores pretenden canonizar un pontificado fundamentalista, y con ello paralizar cualquier corriente renovadora dentro de la Iglesia. ¿Qué explicación dará el papa Francisco? ¿Unirá, para colmo de incoherencias, esta canonización con la del arzobispo Oscar Romero?
Sobre esta embarazosa cuestión, hace tiempo escribí una novela, inédita hasta el momento. Transcribo el informe de lectura por si algún lector siente curiosidad.
            Advocatus diaboli (Confidencias de un cardenal descreído)
El protagonista es el cardenal Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos (“ministerio” vaticano encargado de las beatificaciones y canonizaciones; la fábrica de hacer santos, que se dice en la novela, puesta al máximo de su posible rendimiento durante el pontificado de Juan Pablo II). Precisamente el tema de la novela es la beatificación de este último papa, hecho histórico sucedido en abril de 2011, antes de que el autor terminase de escribirla.
Puede decirse que la obra, con estructura mixta entre la novela histórica y la de misterio histórico, tiene poco del género histórico, pues es coetánea e incluso de anticipación y en extremo polémica, lo que le da un valor añadido. Es una novela hecha, podíamos decir, “on-line”. También tiene mucho de trabajo documental, perfectamente ensartado en la trama novelística. Salvando las diferencias de estructura, en este aspecto podría parangonarse a las obras de Larry Collins, oscilando la balanza a favor de “Advocatus”, pues aquí la trama es nítida y los datos quedan perfectamente ensamblados.
Narra en primera persona, con detenimiento en descripciones minuciosas y ricas que envuelven el relato en un aroma a sotanas, a viejo legajo, a monumento antiguo, a grandiosidad vaticana; hace, en definitiva, que el lector penetre en el mundo ficticio que narra, objetivo último del género.
Comienza la novela cuando el protagonista recibe una intempestiva llamada en la que se le informa sobre la muerte de su colaborador, el padre Miguel Orovay, valenciano como él. Quien le ha llamado es sor Beatrice, una monja con la que el difunto mantenía relaciones sentimentales. Esto lleva al cardenal a pensar en sus propios devaneos de juventud con otra religiosa, Adelaida. Este romance, clave en la trama, rememorado con muy medidas dosis de flash back a lo largo de toda la novela, se desvelará en el capítulo final, excelentemente narrado.
Antes de seguir, conviene comentar que la única incoherencia argumental (a mi modo de ver) que podría tener la obra, es el dibujo altamente contradictorio del protagonista. Es un cínico, y como tal se le pinta en muchos párrafos; sin embargo, sus análisis podrían ser suscritos por un izquierdista. No es creíble (al menos, esa es mi opinión) que un cardenal de la Iglesia, que ha llegado tan lejos en su carrera, tenga unos conceptos de la vida tan progresistas. Se echa en falta un momento de conversión al pensamiento crítico, ateo y pagano y, a partir de ahí, la ocultación cínica de esta circunstancia. Creo, no obstante, que es un defecto menor y, en todo caso, muy discutible y opinable.
Por cierto, el título de la obra está relacionado con dos hechos. Primero la supresión de la figura del abogado del diablo por Juan Pablo II, medida tomada para acelerar los procesos. El protagonista se ve impelido, por razón de su perfeccionismo profesional, a ejercer, en la práctica, las funciones implacables de tal cargo. Es importante señalar aquí que uno de los temas centrales de la obra es la denuncia al movimiento de los Quicos, seguidores del gurú cristiano Francisco Argüello, fundador del movimiento neocatecumenal, el nuevo Opus del siglo XXI, especialista en movilizar a jóvenes en todo el mundo. Al final de la novela se hace referencia al encuentro en Madrid de la juventud mundial, que cuando fue escrita la novela aún no se había celebrado. También se hace referencia a una apuesta que, tras leer la obra, parece verosímil, el acceso al papado de Rouco Varela.
            Volviendo a la trama, el protagonista rememora cuándo conoció al difunto padre Miguel, su colaborador, y va dándonos cuenta de numerosos datos sobre la corrompida y cínica Roma papal. Nos lleva así, a la participación del cardenal en una reunión de urgencia convocada por Benedicto XVI, en la que se trata del escándalo provocado por la filtración a la prensa de que el cardenal polaco Wielgus colaboró con los servicios secretos comunistas. En un aparte entre el papa y sus cardenales, mientras toman café, aquel plantea al protagonista su objetivo: acelerar la beatificación de Wojtyla.
            Este es el tema central de la novela, con las conspiraciones para acelerarlo al precio que sea. Se analiza la vida de Juan Pablo II, que no era precisamente un dechado de virtudes cristianas; su ansia de pompa, como quedó claro con la edificación de la suntuosa residencia Santa Marta; la colaboración con regímenes dictatoriales, en especial su vergonzosa actuación durante la visita a Chile; la actitud vengativa que mantuvo con los jesuitas, con el padre Arrupe; el apoyo a los fundamentalistas de todo pelaje, como la emisora ultra “María”, de Polonia, de tinte antisemita; las relaciones con la mafia… En general, la novela (y su justificación, el proceso de beatificación) es una radiografía de la estructura social de la Iglesia y una denuncia contra la misma.
Sorprende constatar, tras leer sus páginas, cómo la mentalidad del Santo Oficio de la Inquisición, no sólo no ha pasado a la Historia, sino que se mantiene viva, incluso en las prácticas diarias de conspiración, espionaje y tortura moral. A nadie puede dejar indiferente el análisis que se hace de las pruebas milagreras del presunto beato.
            Con respecto a la forma, el uso del lenguaje es muy correcto, muy buena la ambientación y el ensamblaje por medio de prolepsis bien trabajadas. Es una obra redonda en la que nada sobra. El lector quedará muy sorprendido por la denuncia de estos hechos tan contemporáneos. Esto podría levantar ampollas en sectores afines a la derecha eclesiástica… Lo más probable es que esto no sea fuente de problemas.

domingo, 21 de abril de 2013


Más sobre el cardenal ROUCO VARELA

 Desde que lo conozco, el cardenal ROUCO VARELA siempre me ha parecido un cenizo, un aguafiestas. Un ave de mal agüero. Con esa voz siempre abroncada, no sé si sería capaz de comunicar alguna alegría. Al escuchar su último discurso, me ha venido a la mente el duro reproche que el bueno de Juan XXIII hizo a tales personas. Vale la pena copiar las palabras del papa:
 En el cotidiano ejercicio de nuestro ministerio pastoral, a veces, a nuestros oídos, hiriéndolos, llegan ciertas insinuaciones de almas que, aunque con celo ardiente, carecen del sentido de la discreción y de la medida. Tales son quienes en los tiempos modernos no ven otra cosa que prevaricación y ruina. Dicen y repiten que nuestra hora, en comparación con las pasadas, ha empeorado, y así se comportan como quienes nada tienen que aprender de la historia… Mas nos parece necesario decir que disentimos de esos profetas de calamidades, que siempre están anunciando infaustos sucesos como si fuese inminente el fin de los tiempos”.

 Abundando sobre este tema no dejen de leer la columna de Manuel Vicent “la hoguera” (El País, domingo 21 abril 2013)

“En plena desmoralización general… se acaba de incorporar la voz oscura y agorera del cardenal Rouco Varela exigiendo su tajada… Era lo que nos faltaba para alegrarnos la vida, un Savonarola de tercera, sobrevolando la crisis con alas de cuervo. Por lo visto no basta con la lacra social del paro, con la tragedia de los desahucios, con la pobreza que llama a la puerta de la clase media. Los obispos persisten en introducir el tormento de la moral en la conciencia de los católicos españoles con su exigencia fanática frente a la homosexualidad y el aborto… cuando ya no significan ningún problema para la mayoría de los ciudadanos”.

 Como contrapunto al discurso del cardenal, hay que leer también la Encuesta de Metroscopia  sobre “Papa Francisco y cambios en la Iglesia” (El País, domingo, 21 abril 2013) y el análisis que hace José Juan Toharia sobre datos muy reveladores de un tiempo radicalmente nuevo

sábado, 20 de abril de 2013


HABLA RAUL VERA,

Obispo de Saltillo (México)

 De la interesante entrevista que le hace José Manuel Vidal (Religión Digital, 19 abril 2013), copio algunos  titulares que proporciona el mismo Vidal:

 -Roma pone trabas a las Iglesias locales para controlarlas, en un afán de uniformar a la Iglesia universal dentro un cliché cultural mediterráneo

-Muchos hombres y mujeres han visto una Iglesia muy lejana de sus reivindicaciones, despreocupada de quienes sufren y necesitan su ayuda

-El problema del clericalismo en la Iglesia ha llevado a los obispos a acumular privilegios y convertir nuestro estatus en una casta superior

-Los obispos tenemos que hacer desaparecer el concepto principesco e imperial con el que nos manejamos como si fuéramos dueños del rebaño

-Hace mucho que la Iglesia se ha puesto fuera de la Historia respecto a la situación de las mujeres

-Los signos del Papa Francisco están rompiendo con paradigmas que llevan siglos en el papado.

-Los gestos comprometedores de Francisco no proviene de la voluntad innovadora de un Papa, sino del Evangelio

-Quienes están instrumentalizando a la Iglesia para acumular poder serán la mayor resistencia que encontrará el Papa Francisco

-Existen personas dentro de la estructura eclesiástica que viven agazapadas detrás de un vocabulario conciliar pero que se oponen al cambio

 

¿QUÉ PRETENDE LA IGLESIA ESPAÑOLA CON LAS BEATIFICACIONES DE LOS MÁTIRES DE LA GUERRA CIVIL?

La Conferencia Episcopal se ha opuesto a la ley de la memoria histórica porque “reabre heridas” y canonizará a 500 eclesiásticos

(Interesante artículo de Juan G. Bedoya del que hago un extracto)


Los obispos españoles, reunidos en asamblea plenaria desde el lunes, han aprobado un “mensaje” con motivo de la beatificación de “unos 500 mártires de la fe” durante la Guerra civil desatada en el verano de 1936 por un golpe militar que la jerarquía eclesiástica de la época apoyó con entusiasmo.

Desde 1987, cuando tuvo lugar la beatificación de los primeros -las carmelitas descalzas de Guadalajara- han sido beatificados 1001 mártires, de los cuales 11 han sido también canonizados. Ahora, con motivo del Año de la fe – por segunda vez después de la beatificación de 498 mártires celebrada en Roma en 2007 – se ha reunido un grupo numeroso de mártires que serán beatificados en Tarragona en el otoño próximo”.

Los obispos consideran esta beatificación “una ocasión de gracia, de bendición y de paz para la Iglesia y para toda la sociedad”. “Vemos a los mártires como modelos de fe y, por tanto, de amor y de perdón. Murieron perdonando. No hay mayor libertad espiritual que la de quien perdona a los que le quitan la vida”.

El episcopado lleva décadas empeñado en elevar a los altares a miles de los que consideran sus muertos en aquella contienda incivil, y, en cambio, la Conferencia Episcopal se ha opuesto a la ley de la memoria histórica porque “reabre heridas.

Según la Conferencia Episcopal, toda la II República (1931-1939) significó para su iglesia “la última persecución religiosa”, con 6.832 mártires, entre ellos 4.184 sacerdotes y 12 obispos. La Conferencia Episcopal excluye de la relación a los curas fusilados por los fascistas en el País Vasco.

La ofensiva de la jerarquía católica para elevar a los altares a sus víctimas se inició apenas proclamada la victoria del sublevado general Franco, el 1 de abril de 1939. Pío XII, elegido Papa un mes antes, lo proclamó en un radiomensaje 15 días después (16 de abril): “La nación elegida por Dios acaba de dar a los prosélitos del ateísmo materialista la prueba de que, por encima de todo, están los valores de la religión”. El pontífice rubricó esa admiración nombrando al implacable dictador español protocanónigo de la romana basílica de Santa María la Mayor.

Los obispos de la época reclamaron de Roma una “beatificación colectiva”. Los acontecimientos posteriores abortaron la operación. La derrota del nazismo y el fascismo en 1945 obligó al Vaticano a retrasar una proclamación semejante, temeroso de que la ceremonia se interpretase como una beatificación de la dictadura criminal de Franco. Más tarde, muerto Pío XII, el obstáculo fue la evolución de catolicismo, impulsada por el Concilio Vaticano II y, sobre todo, por Pablo VI y Juan XXIII, antifranquistas declarados. Este último llegó a prohibir que se pronunciara la palabra Cruzada en su presencia.

Los obispos se enfadan si se les recuerda que Franco utilizó a placer a su Iglesia. Víctimas, pero también verdugos, se dejaron querer durante décadas por el llamado Caudillo, del que obtuvieron generosos beneficios en años de terribles crímenes y penurias -fusilamientos, cárcel, exilio, hambre y falta de libertades- para el pueblo español, en medio del silencio, muchas veces cómplice, de la jerarquía de la confesión romana.

Mi apostilla personal A este propósito, me ha venido a la memoria la novela “Otros huesos”. Copio las reflexiones que sobre la guerra civil hace un alcalde republicano.

“Ni una sola vez escuché a un cura y menos a un obispo ponerse de nuestra parte. Resignación, eso es lo único que nos predicaban. ¡Claro que la religión es el opio con que los curas adormecen al pueblo!  -exclamó por si yo tenía alguna duda al respecto- Y llega el momento que el pueblo se harta de aguantar a esta ralea de sanguijuelas insaciables y saca la rabia que ha ido acumulando en silencio durante siglos. Y la rabia, lo estamos viendo, es tan tremenda que ciega a las personas. Seguro que cuando se escriba la historia, se echará la culpa de esta guerra a los comunistas, a los anarquistas, a los sin Dios. ¿Cómo quieres que el pueblo crea y respete a Dios si Dios siempre ha estado de parte de los fascistas? Milagro será si, al final de la contienda, quede una iglesia en pie y un cura vivo… Mucho odio, Sebastián; demasiado odio. Lo peor es que los curas y los obispos se sienten víctimas inocentes, como si nunca hubiesen roto un plato. Y claman al cielo: “¡Nos persiguen los hijos de Satanás!” ¿Os habéis preguntado alguna vez por qué se os persigue? ¿Te lo has preguntado tú, camarada?

- Leyendo los Evangelios  -siguió con su perorata-, me he emocionado más de una vez al escuchar las parábolas de Jesús y he llorado al ver el amor con que ese hombre defendía a los desheredados y la fuerza con que condenaba a los ricos y a los poderosos. De sus maldiciones tampoco se libraban los sacerdotes, ya te habrás dado cuenta. ¡Qué mal uso ha hecho la Iglesia de la doctrina cristiana para que los pobres, que Jesús adoraba y murió por defenderles, se levanten ahora contra él y lo hagan responsable de sus calamidades y sufrimientos!”

 

jueves, 18 de abril de 2013


ESPAÑA, ¿RESERVA ESPIRITUAL DE OCCIDENTE?

 
Estos días, la Conferencia Episcopal ha vuelto a las andadas (grita a la desesperada, porque sabe que ya no se la escucha). La llegada del papa Francisco les ha llenado de desasosiego. España, otrora martillo de herejes, ha perdido protagonismo. Su fundamentalismo casa mal con la brisa franciscana que, al parecer, comienza a soplar en el Vaticano. ¡Ay, la cristiandad, impulsada por Juan Pablo II y Benedicto XVI, se viene abajo como castillo de arena, y se apuesta por volver al Vaticano II!

Rouco Varela (la voz bronca), Munilla (el obispo carca del Opus Dei), Jesús Sanz (arzobispo de Oviedo) y el inefable Reig Pla (¿extraterrestre llegado de Ganimedes?) y otros han vuelto a sus declaraciones archisabidas, sin que hayan enriquecido sus argumentos con aportaciones científicas. Piensan que, a estas alturas del siglo XXI, les basta con encasquetarse sus cucuruchos de magos para pontificar (¿despotricar?)… Sus discursos, de pensamiento único, me han evocado aquellos teólogos del siglo XVI (¡los tiempos del Concilio de Trento!) contra los que escribió el gran humanista Erasmo, referente de plena actualidad.

“… siguen satisfechos de sí mismos, aplaudiéndose mutuamente. Ocupados, día y noche, con estas embelesadoras memeces, no les queda ni un momento de ocio para dedicarlo a leer siquiera una vez el Evangelio… Y mientras malgastan el tiempo en estas solemnes tonterías de escuela, piensan que sostienen con sus argumentaciones a la Iglesia… Podéis imaginaros lo felices que son… cuando se constituyen a sí mismos jueces del mundo y exigen retractación si algo no cuadra con sus conclusiones explícitas o implícitas”.

 No hace falta remontarse a Erasmo, basta con leer este fragmento de la reciente carta del papa Francisco  al Episcopado Argentino:

Una Iglesia que no sale, a la corta o a la larga, se enferma en la atmósfera viciada de su encierro. Es verdad también que a una Iglesia que sale le puede pasar lo que a cualquier persona que sale a la calle: tener un accidente. Ante esta alternativa, les quiero decir francamente que prefiero mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma. La enfermedad típica de la Iglesia encerrada es la autorreferencial; mirarse a sí misma, estar encorvada sobre sí misma como aquella mujer del Evangelio. Es una especie de narcisismo que nos conduce a la mundanidad espiritual y al clericalismo sofisticado, y luego nos impide experimentar "la dulce y confortadora alegría de evangelizar".

miércoles, 17 de abril de 2013


PARRAFOS DE PRENSA PARA REFLEXIONAR

 

* A propósito de Chipre:

“Nos encontramos ahora con un insólito latrocinio. Por haber ganado y conservado ese dinero (100.000 €) sin especulación, fraude ni trampas, nuestro Gobierno y la Unión Europea nos castigan, y nos quitan o nos confiscan sin más… ¿Cómo puede ser esto “legal”, si es puro y simple robo por parte de los Estados?  Es gracioso: recuerdo bien cuando había pánico a los “comunistas”… “Es que si vinieran los comunistas, nos lo quitarían todo por la fuerza, la propiedad privada dejaría de estar protegida”… son el capitalismo y los partidos de derechas y “orden” quienes se dedican a confiscar bienes privads, sin justicia alguna y para “salvar la banca”… después de que los ciudadanos sean saqueados sin culpa alguna, no se les pida solidaridad ni “patriotismo”, ni hacia sus respectivos países ni hacia Europa”.
Javier Marías. (El País semanal 14 abril 2013)

 

* A propósito de “patriotismo” de Oriol Pujol:

El hijo del Jordi Pujol, expresidente de la Generalitat, niega ante el juez que intentara enriquecerse en el caso de las ITY. Medió por “interés público”
Jesús García / Miquel Noguer. (El País 17 abril 2013)

 ¡¡¡Hasta qué punto llega el obsceno cinismo de algunos políticos!!!

martes, 16 de abril de 2013


El tiempo del cardenal ROUCO se acaba

     El cardenal Rouco, ronco y malhumorado, como siempre, un poco más si cabe, ha levantado su voz, (¿su último graznido de cuervo?). Se permite reprender al Gobierno por mantener el aborto y las bodas gays... Y lo hace, precisamente, el mismo día y a la misma hora en que Rajoy se entrevistaba con el papa Francisco.
     ¡Ay, el cardenal Rouco sabe que el tiempo de su reinado se acaba! El conservador Benedicto XVI ya no está para apoyarle y la edad de su jubilación ya se ha cumplido… Con la llegada del papa Francisco, otros vientos (menos rancios y enrarecidos) comienzan a soplar en el Vaticano. Los obispos españoles, aquejados de su torticolis vaticana (Tarancón dixit)) se apresuran a adaptarse a los nuevos modos “franciscanos”… Ni siquiera los catecumenales de Kiko Arguello (que se darán prisa en cambiar de chaqueta), le serán de gran ayuda…  Sic transit gloria mundi!
     Hasta el Nuncio de Su Santidad, parece haberle amonestado a él y a toda la Conferencia Episcopal Española. “Os contempláis el ombligo”, me parece haber leído entre líneas.
     “Pienso que, por parte de todo episcopado, merece una particular atención la consideración que hace el Papa Francisco al peligro de la "autorreferencialidad" de nuestras instituciones eclesiásticas, cayendo en un "narcisismo". El Papa nos recuerda que tenemos que salir, caminar, evangelizar y construir la Iglesia llevando la cruz, anunciando en las periferias a Jesucristo. En su intervención en el preconclave decía a los demás miembros del Colegio Cardenalicio: "La Iglesia, cuando es autorreferencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser el mysterium lunae y da lugar a ese mal tan grave que es la mundanidad espiritual... Ese vivir para darse gloria los unos a otros".

lunes, 15 de abril de 2013


A propósito de ARTUR MAS,
PRESIDENT DE LA GENERALITAT DE CATALUÑA

 
La culpa de “sus” males siempre la tienen los otros. No me convencen las manifestaciones que hace. Puede que yo esté equivocado, pero tienen el tufillo de insidiosas. Veamos su última declaración (Àngels Piñol, El País, 14 abril 2013)

 “(Artur Mas) fue contundente al denunciar una “ofensiva” de organismos del Estado, “muy poderosos” que tienen “dinero metido en un cajón” para cargarse símbolos de Cataluña. “No consentiremos. El presidente Pujol es un símbolo con el que mucha gente se ha identificado y lo quieren desgastar. Buscan introducir dudas sobre este símbolo y eso resquebraja la sociedad catalana”.

                                                   *********************

¿De veras el presidente Pujol es un símbolo de Cataluña? ¿Un símbolo moral? ¿De veras que desmitificar este símbolo resquebraja la sociedad catalana? ¡No exageremos, por favor! Son los hijos del president Pujol los primeros que, con sus conductas poco honorables, le han removido la peana.

 El barcelonés Daniel González (Cartas al director de este mismo periódico y día), señala lo que de veras preocupa a los ciudadanos de a pie:
“¿Acaso hay Estado de bienestar en Cataluña? ¿Estado de bienestar para quién? ¿No se han estado cargando todo lo social desde el inicio de la democracia, gastándose todo el presupuesto en himnos y banderas, además de llevarse el dinero de los ciudadanos catalanes a paraísos fiscales?”

                                                   *********************

El señor Mas, victimista, altivo, me recuerda (mutatis mutandis) aquel príncipe del que nos habla Nicolás Maquiavelo.

“Hay que comprender bien que un príncipe, y especialmente un príncipe nuevo, no puede observar todas aquellas cosas por las cuales los hombres son considerados buenos, ya que a menudo se ve obligado, para conservar el Estado, a obrar contra la fe, contra la caridad, contra la humanidad, contra la religión. Es menester que tenga el ánimo dispuesto a volverse según que los vientos de la fortuna y las variaciones de las cosas se lo exijan, y a no apartarse del bien, mientras pueda, sino a saber entrar en el mal, cuando hay necesidad”.

sábado, 13 de abril de 2013


El Papa crea una comisión de cardenales para reformar la Curia. Con representación de los cinco continentes, y sin presencia del aparato curial


El papa Francisco quiere impulsar el ecumenismo y cambiar el rostro de la Curia romana. ¡La reforma de la curia ya ha empezado!

Hay quienes, apresurados y confundieno sus buenos deseos con la tozuda realidad, echan las campanas al vuelo. ¡No tan de prisa! Habrá que esperar. No sea que, como se dice en “El Gato Pardo”, de Lampedusa:"Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi" (Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie)

El "gatopardismo" o lo "lampedusiano" es en ciencias políticas el "cambiar todo para que nada cambie", paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957). La cita original expresa la siguiente contradicción aparente:"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie". "¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tentativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado".

 

viernes, 12 de abril de 2013


DE AQUÍ Y DE ALLÁ

 

En el púlpito de la miseria" es un libro de la periodista Joana Socías que cuenta la historia del sacerdote Christopher Hartley, quien critica a ciertos "abanderados que cacarean sobre la Iglesia de los pobres pero no han visto un pobre ni una sola vez".

 La escritora canadiense Margaret Atwood ha dicho: “No sé hacia donde va la democracia, pero lo que sí sé es que hay que ser capaces de crear un sistema para ayudar a los pobres y evitar que el mundo y toda la riqueza la controles el 1% de la población como ocurre hoy. En el siglo XXI se ha ampliado la brecha entre ricos y poBres”

jueves, 11 de abril de 2013


ADIOS A JOSE LUIS SAMPEDRO

Son tantos los artículos que se han escrito sobre él, que sobran mis palabras. Basta, como homenaje y agradecimiento a su magisterio y compromiso, citar algunas de sus palabras:

 * “No estoy de acuerdo con una sociedad cuyo fin es únicamente el beneficio. Hay otros valores como la justicia y la solidaridad”.

* “El mercado está en manos de los poderosos. Dicen que el mercado es la libertad, pero a mí me gustaría saber qué libertad tiene en el mercado quien va sin un céntimo. Cuando se habla de la libertad hay que preguntarse inmediatamente: ¿la libertad de quién?”.

miércoles, 10 de abril de 2013


Entrevista a HANS KÜNG


Por Idafe Martin, CLARIN, 10-04-2013

Tübingen, Alemania. Enviado Especial – 20/03/13

Por su interés, copio (abreviándola) esta entrevista.

Küng, nacido en Sursee, Suiza, en 1928, recibió en exclusiva a Clarín en la ciudad alemana de Tübingen, donde fue profesor de teología ecuménica durante décadas y ahora preside la “Fundación por una Ética Global… En esta entrevista, muy crítico con Juan Pablo II y Benedicto XVI, dice estar “muy feliz” por la elección del Papa Francisco, a quien pide “coraje.

¿Qué le parece la elección del cardenal Bergoglio como nuevo Papa?

Una sorpresa muy feliz porque no tenía confianza en los nombres que sonaban. Mi esperanza era que, tras la discusión, surgiera una figura similar a Juan XXIII, pero no sabía quién podía ser. Él es el hombre adecuado, que trae esperanza, evita la pompa y está cambiando el estilo de Benedicto XVI.

¿Y que haya elegido el nombre de Francisco?

Una buena señal, porque es un programa en sí mismo… que anuncia una Iglesia de servicio a todos, desde los más pobres, de simplicidad y modestia.

Francisco es el primer Papa jesuita. ¿Qué significa?

Significa que tenemos a una persona con una educación muy buena, alguien muy inteligente, muy bien formado en filosofía y teología… Y de una espiritualidad al día, de servicio al ser humano.

También es el primer Papa no europeo.

Es una buena señal porque muestra que la Iglesia ya no es eurocentrista, sino universal…

¿Qué reformas tendría que iniciar?

La pregunta es si podrá imponerse a la Curia. Jurídicamente hablando tiene todo el poder y si quiere podrá hacer muchas cosas. Pero debe usar esa autoridad para limpiar la Curia, rodeándose de la gente correcta y quitando ya a al secretario de Estado Bertone, que es un incompetente. Además, debe tener coraje y formar un gabinete de gente experimentada... Tiene que poner gente competente en los dicasterios, que se reúnan cada semana, que discutan… Y puede revisar ya la reforma “gregoriana”, que impuso el absolutismo papal, un fuerte clericalismo y el celibato. E ir hacia un sistema colegiado, del Papa con los obispos, para dejar atrás el absolutismo y abrir un debate libre sobre el celibato. Por ahora ha mostrado que puede cambiar.

¿La Iglesia necesita un nuevo Concilio?

El Papa… podría convocar un Concilio, pero no con los casi 5.000 obispos, sino con obispos que representen a sus comunidades y que sean elegidos por ellas. Se necesita un Concilio que tome decisiones con el Papa, no contra el Papa o a las órdenes del Papa.

¿Qué espera del nuevo Papa en temas de moral?

No creo que haya que adaptarse a todo, pero no debería ser demasiado rigorista…

El Papa Francisco dice que quiere una Iglesia pobre dedicada a los pobres…

La pobreza en sí misma no es un ideal. Especialmente en América Latina, lo que tiene que hacer la Iglesia es ayudar a la gente a salir de la pobreza. La Iglesia tiene que estar al lado de los pobres y el poder tiene que reconocer que la Iglesia debe protestar contra los abusos, contra la miseria.

¿Qué debería hacer respecto a la Teología de la Liberac

Algunos teólogos de la Liberación estaban demasiado fascinados por el marxismo… y hoy necesitamos democracia. La Teología de la Liberación puede servir para crear comunidades vivas, que ayuden a luchar contra la pobreza… Necesitamos comunidad, calor, emociones, el apoyo de los demás. Para eso necesitamos más párrocos, que sólo tendremos aboliendo el celibato…

¿La elección de un jesuita es una derrota para los movimientos que apoyaron y que fueron apoyados por los dos últimos papas, como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo?

supongo que el nuevo Papa no olvida que los jesuitas fueron tratados de muy mala manera, fueron humillados, especialmente por Juan Pablo II. Estoy seguro de que Francisco no es un Papa vengativo, pero tiene que tomar distancia del poder financiero del Opus Dei y de los Legionarios de Cristo.

¿Qué podría hacer para fomentar mejores relaciones con las demás religiones?

Mostrar simpatía. Después de que Benedicto XVI diera aquel desafortunado discurso en Ratisbona (donde relacionó Islam y violencia), los musulmanes dijeron “no le gustamos”. Fue lo opuesto a Juan XXIII, quien desde el principio mostró que amaba a los judíos, que los aceptaba como hermanos. Y debería reconocer lo que une a cristianos, musulmanes y judíos, incluso a hinduistas y confucianos…